¡Ánimo!
Decálogo para escribir microrrelatos
1. Un microrrelato es una historia
mínima que no necesita más que unas pocas
líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. No es una anécdota ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microrrelato
tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir,
no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microrrelato tres personajes ya son multitud.
5. El microrrelato suele suceder en un solo
escenario, dos a lo sumo.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y
personajes, es aconsejable seleccionar
bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle
bien elegido puede decirlo todo.
7. El título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia
y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos
del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas. Buscamos impactar al lector.
9.
El final es lo más importante, es ahí donde el lector debe recibir
la bofetada.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos.
Uno no escribe para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Ejemplos:
Salió, sigilosa, a estirar las
piernas. Qué delicia pisar el suelo, sentir el peso del cuerpo en la planta de
los pies. Caminar. Se paró a escuchar la noche. El miedo a ser descubierta le
avivaba el oído hasta hacerle perceptible la lenta respiración de los que
dormían. Imaginó el revuelo si la encontraran levantada, así, sin la silla de
ruedas. Y todas las preguntas que vendrían después. Pero a ella solo una le
martilleaba la cabeza: ¿de qué iban a vivir sin su pensión? (85 palabras)
¿Y ahora qué?
Ya no podíamos contar con él.
Siempre había sido el que había zanjado todas las cuestiones, el que había
solucionado los problemas. Y lo cierto es que nos habíamos acomodado, y dejamos
de pensar en muchas cosas, desde las más importantes a las más insignificantes.
La comida, la ropa, la decoración de la casa… Todo pasaba por sus manos. Y
ahora, llevábamos un buen rato sentados alrededor de la mesa, en silencio,
mirando atontados el elegante y dorado jarrón con sus cenizas, como si
esperáramos que saliera y nos dijera dónde quedaría mejor. (93 palabras)
El paquete
La intención de seguir siendo
sólo amigos; la custodia de los niños; la domiciliación de las facturas; los
turnos de paseo del perro; el uso de los vehículos familiares; el reparto de
los bienes inmuebles…; todo había sido pactado sin problemas. Tan sólo les
quedaba por acordar qué hacían con el incómodo cadáver del mediador
familiar. (56 palabras)
Al fin, un lunes productivo
No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la
tarde. A mediodía dije: «Manos a la obra». Y para la una ya tenía al ser humano
extinguido. También al resto de criaturas terrestres, por eso de no alterar el
orden. A las dos, los fondos marinos estaban arrasados y las aves, aniquiladas.
Lloré. Pero a las tres, puntuales, implosionaron todos los cuerpos celestes.
Fue precioso.
A las cuatro, las aguas inundaban de nuevo su espacio original. Sobre las cinco he hecho desaparecer el cielo. Y justo a las seis, ¡plop!, he apagado la última luz para dar paso a las tinieblas.
Yo diría… que me he ganado una buena siesta. (114 palabras)
A las cuatro, las aguas inundaban de nuevo su espacio original. Sobre las cinco he hecho desaparecer el cielo. Y justo a las seis, ¡plop!, he apagado la última luz para dar paso a las tinieblas.
Yo diría… que me he ganado una buena siesta. (114 palabras)
Emoticono parlante
El mensaje era claro, conciso, breve y letal: no insistas,
decía, seguido de un emoticono con un corazón.
―Vero, yo flipo, no entiendo su rollo.
―Ya tía, igual es que le va este juego.
―¿Qué juego? ¿No insistas y un corazón? ¿ eso qué significa? No entiendo estos whatsapp absurdos que, además, nunca, nunca me dice a la cara, es como si el whatsapp de las narices lo transformara en un emoticono parlante. Yo quiero una relación normal, hablar, mirarle a los ojos, humano, tía, humano.
―Mándale el emoticono ese del huevo frito, ese confunde mogollón.
―¿Sí? Este se va a enterar de lo que vale un peine. (107 palabras)
―Vero, yo flipo, no entiendo su rollo.
―Ya tía, igual es que le va este juego.
―¿Qué juego? ¿No insistas y un corazón? ¿ eso qué significa? No entiendo estos whatsapp absurdos que, además, nunca, nunca me dice a la cara, es como si el whatsapp de las narices lo transformara en un emoticono parlante. Yo quiero una relación normal, hablar, mirarle a los ojos, humano, tía, humano.
―Mándale el emoticono ese del huevo frito, ese confunde mogollón.
―¿Sí? Este se va a enterar de lo que vale un peine. (107 palabras)